Nelson Caucoto Pereira

Nelson Gmo. Caucoto Pereira Abogado

SRES/SRAS
JURADO DEL PREMIO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS
PRESENTE

Estimados señores y señoras,
Junto con saludarles afectuosamente, manifiesto que es de mi interés apoyar la candidatura de don Roberto Garretón Merino para ser investido como Premio Nacional de Derechos Humanos.


Conozco personalmente a Roberto Garretón desde 1976, año en que me incorporo a la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispo de Santiago. Sin embargo, yo sabía de él como abogado del Comité por la Paz en Chile, y años antes, como defensor de personas sometidas a Consejos de Guerra.
Yo aún estudiante de Derechos en la Universidad de Concepción, ya tenía a Roberto como uno de los grandes referentes en el tema de los derechos humanos. De manera que conocerlo personalmente tiempo después, significó un gran estímulo para mi trabajo futuro.


Grandes personas formaron parte de esa frenética y urgente tarea a la cual yo arribaba como un joven provinciano en la naciente Vicaría, y entre todos ellos, la figura de Roberto Garretón destacaba con luces propias: inquieto, agudo e inteligente, venía a aportar a ese cúmulo de ideas e iniciativas legales o judiciales para enfrentar con las armas del derecho a la dictadura. Siempre formó parte de ese alto mando que las circunstancias precisaban para guiar la acción de otros abogados y procuradores en los Tribunales de Justicia. Qué duda cabe que Roberto se erigió en faro y guía para los que trabajábamos en esa institución en aquellos tiempos.
Siempre me llamó la atención el entusiasmo con que desplegó su delicada tarea. Entusiasmo contagioso para quienes queríamos ser discípulos de su quehacer. Estaba consciente que su protagonismo en esta lucha por los derechos humanos de sus compatriotas, lo ponía en una situación de riesgo ante la virulencia y brutalidad del régimen dictatorial. Sin embargo, eso no lo hizo claudicar jamás.


Su voz y sus reclamos fueron siempre nítidos y contundentes. Y sus alegatos en las cortes sumaban a la elocuencia y brillantez, la fuerza de la razón.
Parecía que Roberto vivía y respiraba derechos humanos, nada más le conmovía que servir a sus semejantes en estas horas aciagas de la patria. Y lo hizo siempre sin egoísmo y mezquindades, con entusiasmo y esa sana alegría de quien abraza al desamparado, no importando su militancia política, su condición social, o cualquier otra circunstancia. Ese es Roberto Garretón Merino, un chileno, un abogado que abrió caminos en esta larga lucha por los derechos humanos de todos los chilenos y chilenas.

Estimadas y estimados señores del jurado, me permito, en consecuencia, postular su nombre como Premio Nacional de Derechos Humanos.


Nelson Gmo. Caucoto Pereira

Abogado